La puerta de mi armario huele al celo de poemas pegados.
La pared de mi habitacion huele como la espalda de una chica.
Mi almohada tiene la forma de un vientre juvenil.
Mi mesa tiene las marcas de sudor de unas manos.
Mi parket tiene marcas de sudor de mis nalgas.
Hay en mi alfombra marcas de hombros pequeños, olor de pelo femenino y sabor de pies masculinos.
Mis sábanas saben a la primera infancia.
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