domingo, 1 de diciembre de 2013

cuando lo inmenso

A veces lo inmenso entra en nuestro pecho
y anclado como un barco azul,
expande, expresa, exhala
ahh!

En esos momentos nos encontramos
cielo, tierra, estrellas, amor.
Todas las formas que sin nombre,
laten, ondean y nos recorren,

jodiendo nuestras viejas ideas, ya inútiles
(¿creías que podías haber acabado, llegado al origen?)
y, dejando un espacio abierto,
el rastro de una guía,

la sensacion de que estamos vivos
nos recorre por dentro.
el desierto se humedece remordido por olas.
Alas nuestras manos, que esferan nuestro sentir,
y respiran nuestra existencia.

¡Existe! ¡Ábrete como el cielo!
Relaja tu pecho, hunde tus piernas,
expande tus extremidades superiores,
deja tus huesos rotar.
Ya no tienes cuerpo, tienes un cielo que
se mueve.