martes, 3 de mayo de 2011

La búsqueda (entendemos lo que buscamos)

Hoy he conocido un viejo artesano
que, aún a punto de morir,
tenia una contínua expresión de felicidad.
Sus últimas palabras fueron así:

"Dime dónde te escondes,
porque te ocultas.

Cuando era joven mis dias transcurrían en una agradable indiferencia,
eran sólo un paseo por yermas carreteras vacias.
Viendo lo mismo desde el amanecer.
La noche siempre cercana y de pronta llegada.

Salí en tu búsqueda ansiosamente,
no sabía si cambiarías mi tristeza
pero sin esperanza,
tampoco se tiene vida.


Diez años después
ya recorrí los rincones de los continentes,
he visto las ciudades más antíguas
y las civilizaciones mas recónditas.
Te busqué en el aliento de los osos
y en el abrazo de los pulpos en las profundidades.


Cuando ya no tuve edad para seguir así
y preguntándome si eres sentimiento,
tuve mujer e hijos.
Tal vez fuese la comodidad, me dije,
y consegui un trabajo bien pagado que odiaba,
pero esto solo me adormeció.

Después te busqué en el arte,
la literatura, la pintura, la meditación,
pero sólo me crearon nuevas dudas.
La religión tan sólo me intentó cambiar
y hacerme buscar otros objetivos.


Después de esto creé mi propio camino.
Con mis mano no construí mi destino,
sino mi yo interno, mis deseos, y los miré de frente.
Así me encontré a mí mismo,
y conociéndose uno mismo
se conoce todo, menos tú.

Ahora que lo he contado todo
y el cuerpo no me responde
solo puedo buscar en la memoria.
Y por fín te he encontrado
¡Siempre me has acompañado!

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