Quiero ser para ti el mar,
quiero ser esa playa en la que te bañas tranquila
y formar parte de esas olas
con su rápida espuma blanca.
A la luz de la luna de Cerdeña
abrazarte absolutamente como solo el agua puede.
Al principio de la imagen, bajas casas iluminadas de Siracusa,
al final de la imagen, solo la negra transacción entre mar y cielo.
Quiero ser el mar de la perdición,
donde te bañas desnuda,
donde no tengas preocupaciones
y me acaricies cuando nades
y seamos solo tu y yo.
Quiero ser el mar y como el mar
te murmurarñe susurros de amor con la cadencia de su rugido,
y gemirñas habiendo llegado a la perdicion,
te revolverñas en mi deseñandome mas fuerte.
Entonces la calma desaparecerña y llegara la tormenta.
Entonces la calma desaparecerña y llegara la tormenta.
Quero ser el mar de la locura
donde te revuelvas sin descanso
y abrazarte con mis olas
y penetrarte con mi aroma.
Y cuando te canses y ya no pidas mas
volveremos a la calma con la lentitud de las mareas,
mis murmullos serñan arrulladores para que duermas con una nana,
meciéndote en las olas que movere por ti.
Aun siendo el mar, si te miro fijamente todo me parece enano,
y si pienso en ti todo me parece lejano,
no asi las nubes y el cielo, esos son cercanos a ti,
y puede que los estes mirando mientras te escribo estos versos.
Me entristece pensar que nunca podré como el mar,
y asi abrazar todos los rincones de tu ser y darte calma.
Quiero ser el mar, pero no quiero que acabe este poema,
no quiero que vuelvas del mar de Siracusa y Cerdeña, quedate alli conmigo,
tampoco quiero que la nostalgia te impida reir;
no puedo ser el mar, pero puedo serlo para ti,
no quiero ser el mar, quiero serlo para ti.
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