lunes, 18 de abril de 2011

Dos elementos habitan en mi alma:
una hoja y una catarata.

Cuando la catarata fluye
puede arrasar mi alma,
solo el papel puede detenerla.

Las palabras mágicas son las únicas
de calmar la catarata capaces,
entonces retrocede y busca
en su lago calmado el amparo y descanso.

Si la hoja no basta
el agua la arrastra
e inunda mi alma con fuerza y desasosiego,
arrasando ideas, ideales y amistades.

Entonces la hoja se levanta, derrotada y mojada,
arrepentida por no contener la furia
siempre creciente de la catarata de mi alma.
A veces se pregunta "solo soy una hoja
¿Porqué he de poder con la catarata?"

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