domingo, 13 de marzo de 2011

Cárcel de oportunidades

Como el agua al nadar
con la mano abierta,
mis oportunidades escapan
fluyendo entre mis dedos.

Quiero atraparlas sin necesidad
de cerrar los dedos,
dejar de ser siempre yo
el que haga la fuerza
que haya de impulsar la aventura.

Quiero que la corriente
me arrastre
y sin fuerza, descansar creciendo.

Mis rejas son los dedos que debo cerrar,
y así quedo sin carcelero y sin juez,
yo solo me encierro.